Una mantis religiosa me invitó a ser su amante. No opuse resistencia, desnudándome entré a su lecho. Mientras acariciaba su cuerpo rígido y delgado pude darme cuenta de algo: ya era parte de ella; nos habíamos fusionado. Entonces, ella se colocó en suspensión y salió por debajo, abandonando la vieja cutícula que era yo.
lunes, 22 de marzo de 2010
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4 comentarios:
Siempre recurrente el tema de la amantis y creo que en el texto muy bien plasmada esa imagen.
8.5
Micro algo previsible pero bien expresado, correcto.
Un saludo indio
Y pensar que cualquiera puede ser una de éstas, incluso sin querer. Coincido con No comments: un poco previsible pero bien estructurado.
Un saludo y un abrazo poblano
Daniel, ¡excelente calificación!
No Comments, gracias por tu comentario, me ha servido de mucho.
Baizabal, tienes razón con respecto a lo que dices: un poco predecible (igual que No Comments). Pero qué bueno que te haya parecido bien estructurado.
Saludos a los tres, y gracias por comentar.
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