lunes, 28 de septiembre de 2009

EL OGRO








La niña juega en el parque. Mientras, el ogro aguarda dentro de casa.

8 comentarios:

Víctor dijo...

Pues se va a aburrir el ogro. Mejor que se deje de tonterías y vaya a saltar a cuerda con la niña.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Tiene razón Victor: mejor eso que ponerse a imaginar posibilidades siniestras.
Y gracias por tu adhesión y los comentarios.

Nancy dijo...

Este cuento es tan horrendo como la realidad guatemalteca. A veces los ogros son los mismos padres, situación que acá se ha incrementado terriblemente.
:(

Javier Ortiz dijo...

Sí, Víctor, de esa forma esta historia no tendría un final desastroso.

Un paseante: claro, es mejor esa actitud como lector.

Nancy: desgraciadamente esa es la terrible realidad en muchos hogares del mundo. Y es una pena que en Guatemala se haya incrementado (ojalá se pudiera hacer algo al respecto).
:(

Saludos a todos.

Anónimo dijo...

Bueno. Pues alarguemos la historia:
El ogro aguarda dentro de la casa preparando unos ricos canelones y poniendo los cubiertos en la mesa.
¡Niña, ven, que ya está la comida! ¡Y deja de dar saltos en los charcos, coño, que luego el que lava la ropa soy yo!

Javier Ortiz dijo...

¡Genial!..., genial, Un paseante (aplausos), nos quedamos con ese alargue de la historia; y así, todo termina siendo miel sobre hojuelas en un final feliz (también, en el fondo, los ogros tienen su lado bueno ¿no?).

Saludos.

Esteban Dublín dijo...

Precisito.

Javier Ortiz dijo...

Esteban: excelente comentario. Gracias.

Saludos.